Desde que se hicieron públicas las reformas que pretende hacer el partido de gobierno a la Constitución de la República de Nicaragua, me han entrevistado 5 veces (Confidencial, La Prensa, Esta Noche, CNN en Español y Radio Corporación). También varios amigos me han consultado que sí es cierto que Internet será censurada y nos volveremos una especie de Cuba.
Escribo este artículo, entonces, como una especie de compendio de lo que hasta ahora he defendido como una opinión fría, objetiva y lo más imparcial posible. Tal vez sea importante mencionar que mi formación académica es de abogado, pero que desde hace casi 15 años me desenvuelvo profesionalmente en Internet.
Texto del Artículo 92
Antes que nada, transcribo el artículo en cuestión:
Artículo 92.- El Ejército de Nicaragua es la Institución armada para la defensa de la soberanía, de la independencia y la integridad territorial.
Sólo en casos excepcionales, el Presidente de la República, en Consejo de Ministros, pondrá en apoyo a la Policía Nacional ordenar la intervención del Ejército de Nicaragua cuando la estabilidad de la República estuviere amenazada por grandes desórdenes internos, calamidades o desastres naturales.
Se prohíbe el establecimiento de bases militares extranjeras en el territorio nacional. Podrá autorizarse el tránsito o estacionamiento de naves, aeronaves, maquinarias y personal militar extranjero para fines humanitarios, adiestramiento, instrucción e intercambio, siempre que sean solicitadas por el Gobierno de la República y ratificados por la Asamblea Nacional.
Es responsabilidad del Comandante en Jefe del Ejército de Nicaragua, bajo la conducción del Presidente de la República como Jefe Supremo del Ejército de Nicaragua, participar en la formulación de los planes y políticas de la defensa y seguridad nacional, y en la coordinación de su ejecución.
Para los efectos de la defensa y seguridad nacional:
a) Las bases de datos y registros informáticos deberán permanecer en el país;
b) En ningún caso es permisible el establecimiento de sistemas que alteren o afecten los sistemas de comunicación nacional;
c) Los puntos de comunicación estatal deberán ser propiedad del Estado de Nicaragua; y
d) El espectro radioeléctrico y satelital que incida en las comunicaciones nicaragüenses debe ser controlado por el Estado.
A Favor
Empecemos por establecer un contexto. Estamos hablando de un artículo que habla sobre la seguridad nacional de Nicaragua y los actores que la protegen: el ejército, la policía y obviamente el presidente de la república. Luego, en la introducción a los tres acápites se especifica nuevamente que el enfoque es “defensa y seguridad nacional”. Es lógico pensar entonces, que los 4 puntos a continuación, son presentados en el marco de la defensa y seguridad nacional. De la misma manera que los soldados del ejército tienen permiso a portar armas y a usarlas, cuando defienden la soberanía y seguridad nacional de Nicaragua.
De hecho se trata de una práctica cada vez más común que los Estados traten de proteger sus territorios virtuales de la misma manera que protegen los reales. Han oído hablar de la NSA? Saben que la “N” y la “S” vienen de las palabras Seguridad Nacional? Piensen que si Nicaragua lograra implementar este artículo, impediría en gran medida el espionaje de la NSA.
En Contra
El artículo está tan corto y escueto que deja muchas cosas a la interpretación. E interpretar es lo que han pasado haciendo los opositores del gobierno, los empresarios tradicionales y hasta los mismos funcionarios sandinistas. También están los que se alarman porque no podrán seguir usando las redes sociales libremente. A menos que usen twitter para compartir recetas de bombas caseras y planos de instalaciones del ejército, no creo que estén en verdadero peligro.
Por otro lado está el tema de la factibilidad. Podrán ser intenciones válidas y legítimas, pero ponerlas en práctica será casi imposible. Exigir que los “registros informáticos” permanezcan en Nicaragua o que puedan controlar los satélites y sus conexiones. Definitivamente hace falta un poco de sentido común (técnico) en las consultas que se están haciendo en este momento, para corregir el sabor a disparate que hasta ahora han dejado esa parte de las reformas.
Conclusión
Supongo que con la aclaración de cada punto y el reconocimiento que no todo es posible (técnicamente hablando), se resolverán la mayoría de las quejas que hasta ahora han surgido en la opinión pública. De colegas involucrados en el proceso de consulta, me he dado cuenta que en efecto, ese es el camino que pretenden recorrer.
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